Las enredaderas son un tipo de plantas que trepan superficies sin alimentarse de estas.
Suelen crecer desarrollando tallos finos, largos y flexibles.
Cumplen un papel muy importante dentro de la arquitectura, el paisajismo y, a veces, hasta el diseño de interiores.
Veamos más a detalle.
Las plantas enredaderas son un tipo de plantas trepadoras que crecen en superficies variadas: árboles, en la naturaleza.
Crecen trepando cercos, muros, techos, en usos domésticos.
Normalmente, se aferran mediante zarcillos, raíces de anclaje o creciendo sus tallos flexibles en espiral.
No se alimentan de las superficies sobre las que trepan, sino que, sus raíces quedan a nivel de suelo.
Es decir, son plantas que trepan buscando luz y polinizadores.
Se usan de diferentes maneras:
Y, si se usan correctamente, pueden cumplir múltiples funciones.
Ten en cuenta que también vienen con los beneficios estándar de cualquier planta en exteriores: purificar el aire y fomentar la biodiversidad.
Tanto las enredaderas como las plantas hemiepífitas requieren de un soporte para crecer verticalmente y madurar; existen algunas diferencias clave entre ellas.
La principal es que las enredaderas mantienen sus raíces en el suelo, mientras que las hemiepífitas van desarrollando raíces aéreas que, además de aferrarse a su soporte, sirven para capturar agua y nutrientes del ambiente a medida que van trepando.
Es decir, las enredaderas dependerán toda su vida del suelo para crecer y obtener nutrientes, mientras que las hemiepífitas, eventualmente obtendrán sus nutrientes del aire, la lluvia y la materia orgánica acumulada sobre otras plantas.
Plantas que prosperan expuestas al sol.
Plantas que pueden crecer bajo árboles, malla sombra o cerca de una ventana.
Plantas que toleran escenarios de baja luz.